La Torre Eiffel: la estructura que "crece y encoge" con el clima
- kfaby34
- 5 oct
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La Torre Eiffel, una de las estructuras más populares del planeta y símbolo de Francia, esconde un dato tan interesante como curioso.

Además de su imponencia y de haber sido la torre más alta del mundo durante 42 años, esta construcción metálica ha cambiado de altura con los años.
En 1889 fue inaugurada como la “Torre de 300 metros”. Su altura, única para la época, causó gran impacto y logró mantener ese estatus hasta 1931, cuando fue superada por el Empire State Building, que alcanzó los 381 metros.

Con el paso del tiempo, la Torre Eiffel ha crecido algunos centímetros más, esto debido a la instalación de antenas de radio y televisión. Sin embargo, existe un detalle aún más curioso relacionado con su altura: la torre “crece” y “encoge” según la estación del año.
Durante el verano, la estructura de hierro pudelado reacciona a las altas temperaturas y gana algunos milímetros gracias a un fenómeno físico llamado expansión térmica.
Esto incluso provoca que se incline levemente hacia el lado opuesto al sol, ya que la luz solo incide sobre tres de sus caras, dejando una en sombra.
En cambio, durante el invierno, el frío provoca la contracción térmica, haciendo que la torre pierda los milímetros que había ganado en los meses de calor.
De esta manera, la Torre Eiffel reacciona constantemente a los cambios de temperatura, aunque sin que ello represente riesgo alguno para su estabilidad ni para los visitantes, quienes apenas pueden notar estas variaciones en una de las estructuras más famosas del mundo.
















































































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