El tratado de alta mar entra en vigor tras alcanzar 60 ratificaciones
- Maynor Moncada Funez
- 22 sept
- 2 Min. de lectura
El histórico tratado de alta mar, acordado en la ONU para proteger vastas extensiones de los océanos, alcanzó el umbral de 60 ratificaciones necesarias para convertirse en ley internacional y entrará en vigor en enero de 2026, según confirmó el rastreador de tratados de la organización.

El paso decisivo se dio con la adhesión de Marruecos y Sierra Leona, lo que permite activar un marco vinculante para la conservación de la biodiversidad marina en aguas internacionales.
El acuerdo, que abarca más de dos tercios de los océanos, establece normas contra la sobrepesca y la contaminación, al tiempo que busca garantizar el uso sostenible de los recursos marinos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó que estas disposiciones son esenciales para enfrentar el cambio climático, ya que las aguas internacionales producen la mitad del oxígeno que consume el planeta. El texto entrará en vigor en 120 días, pero las primeras áreas marinas protegidas podrían establecerse hasta finales de 2028 o 2029.

Una vez vigente, el tratado será implementado por un órgano internacional que deberá coordinarse con organismos como la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, encargada de definir reglas sobre la minería en aguas profundas.
Aunque aún no se han emitido licencias comerciales, varios países ya exploran sus propias zonas económicas exclusivas en busca de recursos. Además, el acuerdo establece principios de reparto equitativo de los beneficios derivados de los recursos genéticos marinos, de gran interés para las industrias farmacéutica y cosmética.
Hasta mediados de septiembre, 143 países se habían adherido al tratado, aunque conservacionistas instan a avanzar hacia una ratificación global. “Es muy importante que avancemos hacia la ratificación universal para que sea lo más eficaz posible”, señaló Rebecca Hubbard, de la High Seas Alliance.
No obstante, potencias como Rusia, que rechaza algunos de sus términos, y Estados Unidos, donde la ratificación enfrenta obstáculos políticos, podrían frenar un consenso total.
Redacción EMC.
















































































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