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La Iglesia Católica rusa deposita su confianza en el Papa León XIV como mediador

  • Foto del escritor: Maynor Moncada Funez
    Maynor Moncada Funez
  • hace 1 día
  • 2 Min. de lectura

La Iglesia Católica en Rusia expresó esta semana su esperanza en que el papa León XIV pueda desempeñar un papel clave como mediador en la guerra entre Rusia y Ucrania, tras el primer contacto oficial entre el pontífice y el presidente Vladímir Putin.


El diálogo, que tuvo lugar recientemente, marcó el primer acercamiento entre el nuevo Papa y el Kremlin. En la conversación, León XIV instó al mandatario ruso a dar “un gesto que favorezca la paz” en Ucrania, un llamado que ha sido recibido con optimismo por líderes católicos locales.


“El Vaticano posee una tradición diplomática que supera a la mayoría de los Estados modernos. Esta es una oportunidad única para ejercer una labor de mediación y pacificación”, declaró Kiril Gorbunov, vicario de la Archidiócesis de Moscú.


Según Gorbunov, la Santa Sede ya ha intervenido en la liberación de prisioneros de guerra en ambos bandos, aunque muchas de estas gestiones se llevan a cabo discretamente. “Se trata de una diplomacia silenciosa, pero efectiva. Confiamos en que este nuevo pontificado sabrá aprovechar esa capacidad”, afirmó.


Frente al escepticismo expresado por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien calificó de “extraña” una mediación católica en un conflicto entre países de tradición ortodoxa, Gorbunov consideró que no deben sobrestimarse las capacidades del Vaticano, pero sí reconocer su potencial. “Estoy convencido de que la contribución del Papa será significativa, aunque sus límites deben ser realistas”, señaló.


Una Iglesia marcada por la historia y el conflicto

El vicario abordó también las profundas consecuencias sociales y espirituales que la guerra ha generado dentro de la comunidad católica en Rusia, estimada en unos 700 mil fieles. Explicó que, en los últimos años, ser católico en Rusia se ha vuelto más desafiante, debido a la creciente asociación de esta fe con la cultura occidental.


“Ser católico en Rusia siempre ha sido difícil, como sucede con muchas minorías religiosas. Hasta el siglo XX, un ciudadano ruso no podía convertirse legalmente al catolicismo, y durante la era soviética nuestra catedral fue utilizada como almacén”, recordó.


La guerra también ha afectado directamente a las familias dentro de la congregación, especialmente aquellas con vínculos ruso-ucranianos. Gorbunov relató que muchas han sufrido rupturas, conflictos internos y pérdidas personales en el frente de batalla. “Las divisiones ideológicas y familiares han dejado huellas profundas. Muchos se enfrentan a una crisis de fe, preguntándose si Dios sigue amando al ser humano ante tanto dolor”, afirmó.


Expectativas y desafíos en el diálogo ecuménico

En cuanto a las relaciones entre el Vaticano y la Iglesia Ortodoxa Rusa, Gorbunov admitió que la histórica reunión entre el Papa Francisco y el patriarca Kiril, celebrada en 2016 en La Habana, no produjo los frutos esperados. “Ese encuentro demostró que, en realidad, aún no estamos preparados. Ni la Iglesia Católica ni la Ortodoxa supieron capitalizar ese momento”, dijo.


No obstante, destacó que el diálogo teológico y pastoral entre ambas iglesias continúa a distintos niveles, y que la elección de León XIV ha sido recibida con simpatía por amplios sectores en Rusia.


“Una eventual visita del Papa al país no está descartada. Hemos visto en otros lugares cómo el temor inicial a una visita papal se transformó en resultados positivos tanto para la Iglesia como para las relaciones con el Estado”, concluyó.

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