Entre el micrófono y la tijera, joven periodista se destaca en la Fuerza Naval

Para muchos jóvenes el estudiar una profesión y aprender un oficio que genere recursos para sobrevivir, es más que un reto.  Las expectativas se reducen y el camino se vuelve escabroso.

Hoy le presentamos la historia de Juan Ramón Escoto, un joven Periodista que se destaca con acierto en la Unidad de Comunicaciones de la Fuerza Naval de Honduras, cuya tarea la realiza de lunes a viernes, los fines de semana cambia su equipo periodístico por una tijera para echar a andar su creatividad en las cabezas de quienes lo buscan en su improvisada barbería, instalada en su casa de habitación para cortar el cabello de quienes  lo apoyan con el oficio.

Juanra, como lo conocen en la Fuerza Naval desde temprana edad, aprendió la barbería, exigido por su madre al enfrentarse a las dificultades para sobrevivir.

Su etapa primaria en jornada doble, luego en la secundaria en su natal Monte Redondo, le tocó aprender la barbería y el Técnico en Informática obligado por su madre.

Juan aspiraba a estudiar en Tegucigalpa caso que fue posible hasta la universidad, motivado por sobresalir y su pasión por la fotografía, logra matricularse en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en la carrera de Periodismo, porque era lo que estaba más orientado a lo que a él le gustaba, la fotografía y los videos.  "También me gustaba la parte de redacción deportiva porque es libre y cronológica, un sueño que aún albergo y  aspiro realizar" puntualiza Juan Ramon.

Las dificultades económicas y el acceso a la tecnología en su tiempo de estudio universitario fue una etapa difícil, sin embargo sus primeros trabajos dentro de la Escuela de Periodismo como los reportajes psicológicos de cómo los jóvenes escogían su carrera, si era por vocación, así como el experimento social de cómo adoctrinar un perrito donde se usaban vidas para comprobar el experimento, fueron  trabajos que potenciaron  su vocacion y fortalecieron su sueño de ser periodista.

Una vez graduado como comunicador social la visión cambia y la seriedad del periodismo se vuelve exigente porque hay que adoptar la realidad, nos explica el licenciado Escoto. Para Juan Ramón lo que sus padres le dieron para poder convertirse en un profesional de las comunicaciones, es algo que valorará toda su vida pero el hecho de haber aprendido un oficio a la fuerza es lo mejor que le ha pasado, ya que desde ahí se desligó de la ayuda de sus padres.

Juan Ramón, es el mayor de tres hermanos y con su  trabajo de barbero y periodista ayuda a sus padres y hermanos a salir adelante.

Saltó a la televisión en Canal 8 como reportero de noticias, recordando su primera entrevista a un funcionario público, su chispa de comunicador se remontó al tiempo donde puso a prueba la actualidad informativa.

Juan Ramón llegó a la Fuerza Naval de Honduras de casualidad, alentado por una amiga envió su hoja de vida sin esperar que fuera llamado,  por el simple hecho de no quitarse la barba, en su corto proceso que duró tres días, él considera que fue la bendición de Dios al ser llamado para formar parte del staf de prensa de la FuerzaNaval, "aqui creo yo sí se vio mi talento y la facilidad de expresión"  razón que segun él, fue contratado.

Este joven periodista de tan solo 23 años sueña con integrar un equipo de producción y echar a volar sus ideas en programas juveniles, armar escenografías, coreografías y terminar con las técnicas planas en materia de televisión.

"Me gusta grabar spot y hacer trabajos visuales,  mientras me mantengo aquí en la naval me gusta lo que hago, cuando llego a mi casa a veces cansado me esperan al menos tres o cuatro clientes para hacerse sus cortes de moda, tengo que hacerlo porque es dinero que no puedo dejar ir" apunta Juanra.Aunque sus mejores clientes lo deja en su familia, al referirse a sus hermanos a su padre y a su abuelo quienes lo llaman su barbero especial.

Su carisma, su don de gente, su alegría y su disposición lo hacen un compañero único dentro del Departamento de Relaciones Públicas de la Fuerza Naval de Honduras donde el mar lo inspira a contar historias de los hombres y mujeres que cuidan el espacio marítimo y la tijera lo pule en lo que mejor sabe hacer, cortar cabello que más que un corte es un arte de cambiar rostros y llenar de satisfacción a sus clientes.