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Con exitosa participación, Fuerzas Armadas se unió a la carrera Cristo de El Picacho

  • Foto del escritor: Maynor Moncada Funez
    Maynor Moncada Funez
  • 9 jun
  • 2 Min. de lectura

Con gran éxito finalizó la décima edición de la carrera Cristo de El Picacho 2025, en la ciudad de Tegucigalpa. Esta actividad filantrópica reúne cada año a corredores, ciclistas y caminantes, con el propósito de beneficiar a los centros de formación de valores Umbrales de Esperanza, una iniciativa que apoya a niños y niñas en situación de riesgo social mediante reforzamiento escolar, formación en valores, alimentación y atención en salud. De ahí la importancia de esta actividad deportiva y recreativa.

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En la edición 2025 se celebraron 10 años de retos y sueños cumplidos, consolidándose como una acción bien pensada para mejorar la calidad de vida de poblaciones vulnerables. Cada año, más personas e instituciones se suman a esta noble causa, demostrando el poder del deporte como motor de transformación social.

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En esta décima edición, las Fuerzas Armadas dijeron presente a través de la Academia Militar de Honduras General Francisco Morazán (AMHGFM), la Academia Naval de Honduras (ANH) y la Escuela de Formación de Suboficiales Navales. En la categoría General Masculino, el Sargento Raso de Cadetes Elbin Jeovany Palomo Palomo obtuvo el segundo lugar, mientras que el Sargento Raso de Cadetes Vismar Enrique López Gallardo se adjudicó el tercer lugar.


Por su parte, en la categoría General Femenina, el tercer lugar fue conquistado por la Cadete Julissa Mariela Sánchez García, también de la AMHGFM. La Cadete Ashly Lilí Betanco López, de la ANH, obtuvo el segundo lugar en la categoría Femenina, y el segundo lugar en la categoría Juvenil Femenina fue alcanzado por la estudiante Dayrin Alexandra Moreno Figueroa, de la Escuela de Formación de Suboficiales Navales.


Este evento no solo invita a participar por su componente deportivo, sino también por su profundo compromiso social. La carrera promueve la actividad física y refuerza el respaldo a Umbrales de Esperanza, convirtiéndose en un símbolo de solidaridad y esperanza para muchos menores en Tegucigalpa.


Los organizadores agradecieron profundamente a todos los participantes por sumarse una vez más a esta noble causa a beneficio de la Fundación Cristo de El Picacho, cuyo objetivo es continuar transformando vidas. Las Fuerzas Armadas, una vez más, se unieron al esfuerzo por llevar bienestar y oportunidades a la juventud hondureña.


Cada participante demostró disciplina, preparación física y un alto espíritu competitivo. Su participación refleja no solo compromiso con el desarrollo integral, sino también un firme respaldo a iniciativas que promueven los valores, la solidaridad y la sana convivencia en la sociedad hondureña.

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