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Educación y reinserción avanzan en el Centro Penitenciario de Ocotepeque

  • Foto del escritor: Maynor Moncada Funez
    Maynor Moncada Funez
  • 9 oct
  • 2 Min. de lectura

Con el firme propósito de fortalecer las acciones orientadas a la rehabilitación y reinserción social de las Personas Privadas de Libertad (PPL), el Centro Penitenciario de Ocotepeque llevó a cabo una jornada de Supervisión y Evaluación de los Procesos Educativos, con la participación activa de los equipos del Departamento de Salud y de Gestión Penitenciaria del Instituto Nacional Penitenciario (INP).


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Esta importante actividad permitió evaluar el avance académico de los privados de libertad que participan en los programas educativos implementados dentro del centro, los cuales buscan promover el desarrollo de habilidades, la adquisición de conocimientos y la construcción de nuevos proyectos de vida.


Durante la jornada, se destacó el trabajo coordinado entre las diferentes áreas institucionales, evidenciando un modelo integral de atención que une la educación, la salud y el bienestar emocional como ejes complementarios del proceso de rehabilitación. Esta articulación permite atender de manera más humana y efectiva las necesidades de los internos, contribuyendo a su estabilidad personal y a la mejora de la convivencia dentro del establecimiento.


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Las autoridades penitenciarias resaltaron que el acceso a la educación dentro de los centros de privación de libertad representa una herramienta fundamental para la transformación individual, ya que abre oportunidades reales de superación y promueve valores como la disciplina, la responsabilidad y la perseverancia. Asimismo, la atención médica y psicológica brindada por el Departamento de Salud garantiza que cada proceso educativo se desarrolle en un entorno saludable, propicio para el aprendizaje.


El personal del INP enfatizó que este esfuerzo conjunto es un reflejo del compromiso institucional por impulsar una gestión penitenciaria más humana, inclusiva y orientada a resultados, donde la reinserción social sea una meta alcanzable a través de la educación, la salud integral y la participación activa de las PPL en programas de desarrollo.


De esta manera, el Centro Penitenciario de Ocotepeque continúa consolidándose como un ejemplo de buenas prácticas en materia de educación penitenciaria y rehabilitación, reafirmando que la formación y el bienestar son las bases sobre las cuales se construye una verdadera oportunidad de cambio y reinserción en la sociedad.



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