¿Cortar cebolla sin llorar? El curioso truco del chicle

Existe un truco casero para no llorar al picar cebolla: muchos aseguran que masticar chicle mientras se corta este vegetal evita que los ojos se irriten y aparezcan las molestas lágrimas. Aunque parezca un consejo de abuela, la ciencia tiene una explicación interesante detrás de este fenómeno.

Cuando se parte una cebolla, sus células liberan una enzima llamada aliinasa, que al mezclarse con otros compuestos produce un gas irritante. Este gas, al entrar en contacto con la humedad de los ojos, se convierte en pequeñas cantidades de ácido sulfúrico, lo que provoca la sensación de ardor y hace que las lágrimas broten de inmediato como mecanismo de defensa.

Al masticar chicle, la boca se mantiene en constante movimiento, lo que obliga a respirar más por la boca que por la nariz. Esto reduce la cantidad de gas que llega a los ojos, disminuyendo la irritación. Además, la producción extra de saliva ayuda a neutralizar en parte las sustancias liberadas por la cebolla.

Aunque no todos los estudios lo confirman de manera absoluta, muchas personas aseguran que el truco funciona, convirtiéndose en un remedio curioso y práctico para quienes cocinan con frecuencia. Existen también otros métodos populares, como usar cuchillos bien afilados, refrigerar la cebolla antes de cortarla o hacerlo bajo un chorro de agua.

Así se demuestra cómo hasta los consejos más simples pueden tener una base científica. La próxima vez que te toque picar cebolla, quizá valga la pena poner a prueba un chicle y comprobar si logras vencer a las lágrimas.

Redacción EMC